jueves, 19 de julio de 2012

BREVES DE ACTUALIDAD: UPC. UN NUEVO MÉTODO INCLUYE FACTORES SOCIALES PARA EVALUAR EL RIESGO SÍSMICO DE UNA CIUDAD


Un equipo de la Universitat Politècnica de Catalunya • BarcelonaTech (UPC), liderado por Álex Barbat, investigador del Departamento de Resistencia de Materiales y Estructuras en la Ingeniería, propone un nuevo método que evalúa el riesgo sísmico de las zonas urbanas de manera integral, teniendo en cuenta las fortalezas y debilidades sociales y la gobernabilidad de la ciudad. “Ante la posibilidad de un terremoto, hasta ahora sólo se evaluaba el riesgo físico de una ciudad, es decir, la afectación de sus edificios e infraestructuras y la cantidad de gente que los habita”, explica Liliana Carreño, una de las investigadoras del trabajo, a la plataforma de información científica SINC. 

El sistema de Barbat y su equipo considera valores como “la tasa de delincuencia, la existencia de áreas marginales, el número de camas hospitalarias, la formación del personal de rescate, etc... como factores de fragilidad y capacidad social”, explican. “La nueva metodología enriquece la evaluación de las pérdidas futuras porque tiene en cuenta las condiciones sociales de la población expuesta, que antes era tratada sólo como un número”, aclara Carreño. 

El nuevo enfoque, que ha publicado la revista Bulletin of Earthquake Engineering, tiene otro valor añadido: utiliza una técnica basada en la ‘teoría de conjuntos difusos’, que permite usar información cualitativa obtenida de la opinión de expertos cuando no se dispone de toda la información numérica necesaria. "Ahora, podemos convertir variables lingüísticas como ‘mucho’, ‘poco’, ‘leve’, ‘severo’, ‘escaso’, ‘suficiente’ en un formalismo matemático para la medición”, asegura Carreño. 

“Los métodos para calcular de forma integral el riesgo de una determinada zona urbana requieren de una gran cantidad de información que no siempre está disponible”, subraya la experta. Según Carreño, los especialistas en riesgo sísmico siempre han necesitado solucionar problemas complejos a partir de información imprecisa. 

El equipo de la UPC ha aplicado el método a las ciudades de Barcelona y Bogotá (Colombia). “La ciudad catalana es un buen modelo ya que su riesgo sísmico se estudia desde hace más de 20 años”, afirma Carreño. Sus resultados corroboran los niveles de peligro esperados: medio-alto para Bogotá y medio-bajo para Barcelona. 

“En el caso de la ciudad catalana se ha podido evaluar el riesgo contando con muy buena información, pero lo importante de este nuevo método es que resulta especialmente útil cuando se quiere estudiar una urbe que no ha tenido la suerte de Barcelona y donde la información es deficiente”, concluye la investigadora.
 

Fuente de Datos: Universitat Politècnica de Catalunya