jueves, 23 de agosto de 2012

AFIRMAN QUE EL ESTRÉS LABORAL DUPLICA EL RIESGO DE DIABETES EN MUJERES


Las mujeres que ocupan puestos laborales de baja jerarquía y sufren estrés en su lugar de trabajo tienen el doble de probabilidades de padecer diabetes que las que no soportan presiones profesionales, según un estudio publicado en Canadá.
A diferencia de los hombres, las personas de sexo femenino a menudo reaccionan al nerviosismo comiendo más productos con azúcar y grasa, sostuvo Peter Smith, uno de los autores del estudio.
La incidencia de la diabetes tipo II aumentó entre los canadienses, pero ese factor de riesgo puede modificarse escribió Smith, del Instituto de Investigación sobre Trabajo y Salud (IWH), y Richard Glazier, del Instituto de Ciencias Clínicas Evaluativas (ICES), de Toronto.
La investigación, realizada durante nueve años, mostró una relación entre el grado de autonomía en el trabajo y la incidencia de diabetes en la población femenina, señalan los autores en el estudio publicado en la revista de medicina ocupacional Journal of Occupational Medicine.
En otras palabras, explicó Smith, las mujeres estresadas podrían ser llevadas a consumir más azúcares y grasas.
Las presiones laborales parecerían favorecer a la diabetes a través de dos fenómenos: por un lado, por las perturbaciones generadas en el sistema neuroendocrino y el sistema inmune, que provocan una mayor producción de hormonas como el cortisol y la adrenalina, y por otro, por los cambios en la conducta alimentaria y el gasto energético.
Después de haber seguido a 7.443 personas en actividad durante nueve años, los investigadores encontraron que la proporción de casos de la enfermedad debido al estrés laboral entre las mujeres fue del 19%. Esta cifra es superior a la relacionada con el tabaquismo, la bebida, la actividad física o el nivel de consumo de frutas y verduras, pero menor que el riesgo que supone la obesidad.
No se constató la misma relación entre los hombres. Éstos reaccionan de manera diferente al estrés, tanto en el plano hormonal como en los hábitos de consumo, dijo Smith.