jueves, 30 de agosto de 2012

DIVULGATIVOS: LE PIDEN CÁRCEL POR LA MUERTE DE SU PADRE EN ACCIDENTE LABORAL


Basilio  vio a su padre morir el 15 de marzo de 2007. El hombre, yesista de profesión como su vástago, cayó desde unos siete metros de altura cuando trabajaba en una obra de Mancha Real. Falleció en el acto. De por sí, la historia es sobrecogedora. Sin embargo, lo más dramático del caso es que el hijo se sentó en el banquillo.
La Fiscalía, que pide dos años de cárcel para él y para otros tres acusados, considera que en la obra no se cumplían las medidas básicas de seguridad y que, por ello, se produjo el accidente laboral. La empresa familiar en la que trabajaban la víctima y su hijo estaba a nombre de Basilio G. C. En la práctica, este hombre era el jefe de su padre. Por eso, tiene que responder ante los tribunales por la muerte.
En el banquillo, también se sentaron dos hermanos, empresarios de la construcción, que habían subcontratado los servicios de Basilio G. C. y de su padre para enyesar las paredes de un edificio. Junto a ellos, también fue juzgado un aparejador, que tenía encomendadas las labores de coordinación de seguridad en la obra. Basilio G. C. admitió que no utilizaban los cinturones de seguridad ni los arneses, porque la empresa principal no se los había facilitado. También dijo que la obra estaba “muy dejada” y que ni tan siquiera había un encargado. Los otros tres acusados explicaron que sí habían facilitado los medios de protección individual y dijeron que la víctima no tendría que haberse subido al andamio porque había bebido. De hecho, la autopsia desveló que en el cuerpo del fallecido había restos de alcohol y de cannabis.