viernes, 10 de agosto de 2012

SINIESTRALIDAD: MENOS TRABAJADORES Y LOS MISMOS ACCIDENTES LABORALES


España pierde un 4 por ciento del PIB por las bajas que genera la falta de medidas preventivas

Cada dos días, muere una persona en un accidente laboral. Es el balance que se extrae del avance de datos del Ministerio de Empleo y Seguridad Social de enero a mayo de 2012. Y la estadística parece cumplirse, puesto que en los últimos cuatro días han muerto dos hombres en accidentes en sus puestos de trabajo.
Ayer, un hombre de unos 50 años falleció en Ferrol al caer la pluma de una grúa. Otros dos hombres resultaron heridos. El martes, otro trabajador de 49 años fallecía en Mérida tras caerle dos tuberías en la cabeza en unas obras de canalización de agua.
Desde UGT advierten que las tablas estadísticas que ofrece el Ministerio deben interpretarse con cuidado. En valores absolutos, el número de accidentes mortales se reduce en todos los sectores en relación al mismo periodo de 2011 —217 muertos en 2011 frente a los 195 de 2012—, salvo en la industria —35 en 2011 y 45 en 2012. Sin embargo, también existen muchos menos trabajadores en 2012 que en 2011.
La crisis económica que atraviesa el país ha destruido numerosos empleos, por lo que es necesario fijarse en los índices de incidencia, que calcula la siniestralidad por cada cien mil trabajadores activos, y no en valores absolutos. Este índice se situaba en un 0,30 en 2011, mientras que en 2012 es de un 0,28. La siniestralidad no se ha reducido.

Menos prevención

Las cifras demuestran que «se están dejando de tomar medidas de prevención», asegura Emilio Gónzalez, coordinador de la Secretaría de Salud Laboral de UGT Confederal. «Desde el día 2 de agosto hasta ayer se han producido ocho accidentes, y nos preocupa que la mayoría han sido fortuitos y por falta de precaución», añade. Para el sindicalista, las causas de los siniestros se asemejan demasiado a las de los accidentes que se producían antes de la entrada en vigor de la Ley de Prevención de Riesgos Laborales de 1995.
Pero la crisis no solo ha destruido empleo. También afecta a las condiciones laborales de los trabajadores que, temerosos de perder su puesto, no solicitan las medidas de seguridad a las que tienen derecho. «Llama la atención que, sobre todo en el sector de la construcción, el ritmo de trabajo es menos frenético y la siniestralidad, sin embargo, se mantiene» apunta González.
«Se pierde un cuatro por ciento del Producto Interior Bruto nacional por falta de medidas preventivas», recuerda González en referencia a las bajas laborales que se generan por enfermedades y problemas de salud.
abc.es