miércoles, 5 de septiembre de 2012

SINIESTRALIDAD: UN VECINO DE SEIXO SUFRE QUEMADURAS GRAVES EN UN ACCIDENTE LABORAL EN VILAGARCÍA


Pontevedra - En menos de cuatro meses sus principales directivos sufrieron dos gravísimos accidentes laborales.
La desgracia parece cebarse en la familia de Marín, propietaria de las fábricas de gaseosa carbónica, de Seixo. En menos de cuatro meses sus principales directivos sufrieron dos gravísimos accidentes laborales. El primero en mayo, le costó la vida a un trabajador, de 47 años. En la misma fábrica su hermano, de 52 años, resultó víctima de otro siniestro, al saltarle la sosa cáustica que manipulaba para el lavado de las botellas. El hombre fue ingresado en la UCI de quemados del policlínico Povisa, en Vigo, tras ser visto en el de O Salnés.
El siniestro laboral se produjo en la planta, en Bamio, poco después de las cinco de la tarde. Al parecer estaba en la máquina limpiadora de botellas a la que tenía que echar sosa cáustica. 
La fatalidad hizo que en el momento en que preparaba la mezcla le salpicara el producto altamente corrosivo, provocándole quemaduras de segundo y tercer grado en el 35% de su cuerpo. Las principales zonas afectadas son la parte izquierda del tórax, de la cara y algo de la espalda. También podría tener afectado el ojo izquierdo.
De inmediato se llamó a los servicios de Emergencias, acudiendo a la fábrica de Bamio una ambulancia medicalizada del 061, efectivos del servicio municipal de Protección Civil y Emergencias y una patrulla de la Policía Nacional de Vilagarcía.
El herido fue atendido en un primer momento por el médico y trasladado al servicio de Urgencias del Hospital Comarcal do Salnés, donde fue estabilizado para poder trasladarlo a la unidad de quemados del policlínico Povisa, en Vigo.
Permanece ingresado en la UCI de quemados en estado grave, con quemaduras en el 35% de su cuerpo.
Esta familia muy conocida, y con otra fábrica de gaseosas en Seixo, aún no ha podido recuperarse de la muerte en accidente laboral, también en la fábrica de otro de sus miembros, de 47 años, que el pasado 10 de mayo sufrió una tremenda descarga eléctrica, al tocar uno de los cables que abastecen de energía la industria. Este empresario acostumbraba a quedarse a comer en las fábricas para abrir las puertas a los trabajadores. Estaba solo cuando ocurrió el fatal accidente, y fue encontrado por los operarios cuando regresaron para el turno de la tarde.