domingo, 24 de febrero de 2013

DIVULGATIVOS: RAFAEL CORREA: «ECUADOR DA LA BIENVENIDA A LAS EMPRESAS ESPAÑOLAS»


RAFAEL MARTÍ / CORRESPONSAL EN QUITO

Tras ser reelegido con un margen histórico, Correa anima a España a invertir en Ecuador, pero defiende el «derecho de los Estados a nacionalizar en un momento dado»


Rafael Correa Delgado, de 49 años, fue reelegido el pasado domingo con una mayoría histórica de votos en Ecuador. Detestado en la misma medida en que es amado por muchos, este economista ha logrado situar a Ecuador en el escenario mundial, al tiempo que ha levantado el recelo de sectores como el de la prensa no gubernamental en su país. Recibe a ABC en un día ajetreado de trabajo, en un despacho en el que varias imágenes de la Virgen María y del Che Guevara comparten espacio en las paredes.
-¿Después de la reelección del domingo, cómo se siente al ser el presidente al que el pueblo le ha otorgado el mayor poder en la historia de Ecuador?
-Sinceramente, abrumado. Es una responsabilidad enorme esa confianza del pueblo ecuatoriano. Ojalá estemos a la altura de sus expectativas. Vamos a poner todo de nuestra parte como siempre lo hemos hecho, pero obviamente se necesita también suerte y se necesitan también correctas decisiones. Que Dios nos ayude. El pueblo ecuatoriano quiere que profundicemos en la revolución, quiere cambiar la patria definitivamente y vamos a hacer lo posible.
-En los últimos seis años, hay cifras que hablan muy bien de Ecuador, del desarrollo que ha tenido: más de 100 hospitales construidos, más de 500 remodelados, más de 9.000 kilómetros de carreteras entre las nuevas y las arregladas… ¿Qué es lo que más destacaría entre los logros?
-Lo que no se ve, el cambio de actitud en la gente. La gente había perdido la esperanza, porque éste era un país destrozado. Ustedes son, en parte, testigos de aquello. Los centenares de miles de ecuatorianos que tuvieron que emigrar a España cuando Ecuador no era un país de gran emigración. En 10 años habíamos tenido 7 presidentes; tres gobiernos consecutivos antes del nuestro habían sido derrocados por haber traicionado a nuestro pueblo.
-¿A qué se refiere cuando dice que en los próximos años quiere hacer «irreversible» la revolución ciudadana y las relaciones de poder? ¿Cómo pretende llevar a cabo ese proyecto?
-Uno de los grandes enigmas del desarrollo es por qué América Latina sigue en la pobreza, a pesar de sus grandes recursos naturales. Parte de la respuesta está en la clase de élites que dominaron nuestra América. Las burguesías excluyentes acapararon los frutos del progreso, no los distribuyeron para que mejore el resto. Los utilizaron para diferenciarse, para establecer barrios exclusivos; colegios exclusivos, que no necesariamente dan mejor educación, pero les permiten los contactos para casarse entre ellos y seguirnos dominando…
-¿Promoverá una reforma constitucional para consolidar la «revolución ciudadana»?
-Tenemos una Constitución bastante buena, de vanguardia, a nivel planetario y a nivel de historia de la humanidad pero, como todo, es perfectible: habrá que hacer algunos ajustes, pero muy puntuales, en cosas más bien técnicas.
-Dentro de esa reforma constitucional, y aunque usted ha reiterado varias veces que no se presentará en 2017, ¿cabría una reforma que permita la reelección de un candidato?
-El sistema es muy coherente: una sola reelección para cualquier cargo de elección popular. Yo no veo por qué hay que cambiar este sistema, que es bastante conveniente y coherente.
-¿Por qué ha decidido retirarse en 2017? ¿En que se basa su decisión?
-Por dos razones. Primero, porque estos seis años y los cuatro años adicionales para los que me ha elegido el pueblo ecuatoriano han sido y serán bastante duros para la familia.Segundo, porque mi presencia en el país es tan fuerte que tal vez perturbaría a las nuevas generaciones que van a dirigir al país. Prefiero retirarme y dejar florecer nuevos cuadros que sé que lo van a hacer mucho mejor.
-En relación al liderazgo en la región, usted ha dicho que todos son necesarios pero, si Latinoamérica le necesita para liderar el espíritu del socialismo del siglo XXI, ¿estará ahí?
-Lo he repetido una y mil veces: todos somos necesarios y ninguno es imprescindible. Ni Rafael Correa, ni Hugo Chávez, ni Evo Morales. Creo que hablo por ellos, donde la historia, la patria chica, la patria grande, nos exijan servirles. Estos son proyectos que rebasan a cualquier persona, así que yo seguiré trabajando por mi país y por la Patria Grande desde donde me encuentre. Pero en principio, me retiraré de la vida pública.
-¿Cómo calificaría usted las relaciones con el Gobierno español actual?
-Muy buenas y cordiales.
-Pero es cierto que ha habido algunas polémicas como, por ejemplo, la lucha por el tema de las hipotecas.
-Lo que pasa es que se están viendo afectados decenas de miles de ciudadanos y no nos podemos quedar con los brazos cruzados. Respetamos muchísimo, como no podía ser de otra manera, la soberanía de España, al Gobierno del presidente Rajoy. Pese a nuestras diferencias ideológicas tenemos un gran contacto y una gran comunicación. Pero creemos que lo que está pasando es inadmisible: es la supremacía total del capital sobre los seres humanos. Vea los desahucios, es un horror. Teníamosla misma ley teníamos en Ecuador, y la cambiamos. La deuda debería extinguirse y allá no la extinguen, sino que ahora una casa vale la cuarta parte de su valor y todavía se siguen debiendo las otras tres cuartas partes. Eso es criminal, es un atentado a los derechos humanos.
-¿Pueden estar tranquilas las empresas españolas en Ecuador?
-Por supuesto. Aquí tenemos reglas muy claras, políticas macroeconómicas también muy claras y una estabilidad impresionante.Pueden estar tranquilas, pero cuidado, yo sí defiendo el derecho de los Estados de que, en un momento dado y con la justa compensación, puedan nacionalizar una empresa en función del bien común. En principio no vemos necesidad, en el corto plazo, de tomar dichas medidas con ninguna empresa ni nacional ni internacional. Las reglas del juego están muy claras. Creo que, de hecho, a las inversiones españolas les va muy bien en el país, demasiado bien como a Movistar y Telefónica, y en buena hora por ellos. Creo que continuaremos así.
-Por la crisis en España, muchas compañías se están externalizando ¿A qué sectores llamaría a invertir a las empresas españolas?
-Me duele mucho la crisis española y europea, pero de esa crisis se presentan oportunidades para América Latina y las estamos buscando y aprovechando. Así que, bienvenidas las empresas españolas que quieran invertir. Las constructoras españolas pueden venir a invertir en Ecuador, por ejemplo. Tenemos que ir ya a la siguiente etapa: se ha hecho un gran trabajo en cuanto a vialidad pero todavía no hay una sola supercarretera, que España tiene hace 50 años, Europa, en general. Esas son grandes inversiones para nosotros.
-¿Por qué cree que es necesaria una nueva ley de prensa?
-Porque aquí tenemos una de las peores prensas del mundo, que no tiene nada que ver con la prensa española, aunque también hay grandes reparos con la prensa española. Porque en lugar de informar se ponen a hacer política, sin asumir esas responsabilidades políticas. Manipulan, desinforman… Yo considero que una prensa verdaderamente libre e independiente es fundamental para la democracia, pero una prensa mala es mortal para una democracia. Y para evitar los abusos de esa prensa se necesita el control social, a través de leyes.
 http://www.abc.es/internacional/20130224/abci-entrevista-correa-201302241024.html